1 DE MAYO: MUY POCO QUE CELEBRAR

COLUMNA PERU YULER ABONO SANCHEZ EL CLUB DE LA PLUMA 1-5-2022
YULER ABONO SANCHEZ – Desde Perú– Médico Cirujano Cardiovascular–
“Realidades Peruanas…”
“1° de Mayo Día el Trabajador”
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En 1886, un grupo de obreros norteamericanos hicieron una huelga que inició el primero de mayo, aquellos exigían la jornada laboral de 8 horas, y varias personas fueron condenadas a la horca; ellas fueron denominadas «mártires de Chicago». Gracias a ese sacrificio se desarrolló el movimiento sindical, el movimiento laboral, los derechos de los trabajadores, los derechos civiles, los derechos humanos. Desde siglos pasados la lucha ha estado presente entre explotadores y explotados, ya que no había legislación laboral: los trabajadores, literalmente, morían de cansancio, trabajaban 16 horas diarias, siete días a la semana y aquel que intentaba reclamar era encarcelado, asesinado o desaparecido. Actualmente seguimos con la misma forma de explotación de hace tres siglos, solo que con una mayor técnica, con nombres más bonitos: flexibilización laboral, tercerización.
El trabajo es dignidad, entonces debemos sostener que cuando el neoliberalismo viene por nuestro trabajo, cuando lo precariza, cuando nos esclavizan están pisoteando nuestra dignidad. Julio Anguita dijo: «Con la dignidad no se come, pero un pueblo sin dignidad se pone de rodillas y termina sin comer». En este país no hay trabajo con dignidad, con salarios justos, con estabilidad laboral. Y lo paradójico es que mientras más te destruyen el empleo, más se le aplaude a esos gobiernos traidores y entreguistas; lo extraño es que un trabajador vote por la Derecha, sabiendo que está apostando por un suicidio laboral; es contradictorio que un obrero piense con la cabeza del patrón.
La herencia más nefasta del neoliberalismo es la explotación de nuestra fuerza laboral, tratada como un instrumento más de acumulación de riqueza (el trabajo en función del capital), precarizando la fuerza laboral, explotando a los trabajadores, disminuyendo salarios. El trabajo humano no es un medio más de producción, sino el fin mismo de la producción. Todo debe estar en función del trabajo humano (la supremacía del trabajo humano sobre el capital), ya que es lo más sagrado que existe. El neoliberalismo es la peor expresión del capitalismo salvaje, es incompatible con la dignidad del movimiento obrero.
¿Cuál es el chantaje de la economía ortodoxa? Si me subes el salario, se destruyen puestos de trabajo, ¿qué quiere la economía neoclasista? Reducir salarios, sacrificar derechos para supuestamente generar empleo, ¿qué dice el sector privado? Si quieren que invierta, hay que tercerizar, hay que flexibilizar el mercado laboral; eso es sencillamente la supremacía del capital sobre el trabajo humano. Durante la larga y triste noche neoliberal, la gran sacrificada fue nuestra clase trabajadora, con la caída de los salarios, con mecanismos de explotación laboral eufemísticamente llamados flexibilización laboral. Por eso, los trabajadores tenemos muy poco que celebrar: porque este modelo desprecia profundamente al trabajador, porque pasamos un primero de mayo en medio del desempleo y la desesperación, porque pasamos el día del trabajador con mucha bronca y frustración por un salario que nunca alcanza.
Cuánta maldad de estos empresarios que por eludir su responsabilidad patronal tercerizan a sus trabajadores, y es una vergüenza que el principal tercerizador de este país sea el estado; la tercerización es un contrato mercantil. Creen que ser empresarios es solo llenarse los bolsillos y no tener responsabilidad para con sus empleados. Poderosos que solo buscan las ganancias opulentas a costa de la indigencia del obrero, una burguesía mercantilista cuya prioridad es ampliar la brecha entre ricos y pobres. La mayor parte de nuestra fuerza laboral no tiene seguro de salud, la inmensa mayoría de obreros acaban su vida productiva y se van a la miseria; a este modelo solo le sirves mientras tengas la fuerza de trabajo. Hay más del 50 por ciento de la fuerza laboral que se halla desempleada o subempleada.
Nuestros grandes desafíos son tener un nuevo modelo económico solidario, socialista, popular, que genere empleo, proteja y fomente la producción, y terminar con el salario mínimo, porque no es un salario ético, justo, ni digno. Una sociedad que legitima trabajadores con salarios precarios y en pésimas condiciones laborales, y en nombre de la supervivencia lo aceptan, es la sociedad que permite el desorden y el caos en su manera de vivir. El objetivo es reemplazar el salario mínimo por un salario digno que es aquel que le permite a la familia salir de la pobreza.
El mercado amenaza y castiga al trabajador, pues el miedo al desempleo le sirve a los empleadores para reducir sus costos de mano de obra y multiplicar la productividad. No hay en el mundo nada más inseguro que el trabajo: los trabajadores se despiertan cada día preguntándose si hoy es su último día laboral, ya que muchos pierden el trabajo, y muchos pierden la vida trabajando —cada 15 segundos muere un obrero asesinado, por eso que llaman ¨accidentes de trabajo¨—. De qué paz social se puede hablar cuando un trabajador mercerizado gana un sueldo mínimo y el gerente gana cincuenta a cien veces más; tenemos que internacionalizar la lucha por la dignidad del trabajo. Siempre vamos a estar del lado de la clase trabajadora, defender el trabajo humano, defender el derecho de la fuerza laboral para defendernos de la explotación del gran capital.
YULER ABONO SANCHEZ
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